... Emitimos lo que comemos...

Cada persona emite al año aproximadamente unas dos toneladas de dióxido de carbono durante el proceso que va desde la producción de alimentos hasta su excreción. Éso es lo que dice un estudio presentado por la Universidad de Almería. Esas dos toneladas suponen el 20% del total de las emisiones anuales, contribuyendo a la contaminación del agua, principalmente por nitrógeno y fósforo.

Los autores del estudio han estimado el impacto ambiental de la dieta española y el papel que los excrementos humanos desempeñan en el ciclo de la vida de los alimentos. De esta forma, se llega a la conclusión de que los excrementos humanos contribuyen significativamente a la contaminación del agua mediante el suministro de materia orgánica y nutrientes (nitrógeno y fósforo) ya que se favorece el crecimiento de algas, la reducción del nivel de oxígeno disuelto en agua y los malos olores, entre otros.

A pesar de estos efectos tan negativos en el agua, los investigadores aseguran que estas aguas residuales no son perjudiciales en sí mismas pues son una especie de "abono natural", el problema es que en muchos casos, los ríos llevan tan poca agua que tienen dificultades para absorber estas aguas residuales.

Aunque los desperdicios humanos supongan un 20%, la verdad es que estos desechos tienen - según los investigadores- un nulo efecto sobre el calentamiento global ya que se compensan con la fijación de carbono en la fotosíntesis, no contribuyendo al aumento de concentración de CO2 en la atmósfera.

Para realizar el estudio se han tenido en cuenta factores como la producción agrícola, la ganadería y pesca, el procesamiento industrial que se hace de los alimentos, su venta y distribución, la preparación y cocinado en casa, el tratamiento de los residuos sólidos (restos de comida y envases), y la excreción humana.

En este caso, no somos lo que comemos, sino que expulsamos al medioambiente lo que comemos... así que cuidado con lo que cada persona "devora" en esta vida, que nunca sabe dónde puede ir a parar ni cuánto de perjudicial puede llegar a ser.

fuente: Europa Press